Rogelio García Acevedo

La salud mental en el área laboral es un tema de gran importancia, ya que puede afectar el bienestar de los empleados, su rendimiento y la productividad de la empresa. En este post, se discutirán algunos de los efectos que el ambiente laboral puede tener en la salud mental, así como algunas estrategias que pueden implementarse para mejorarla. La relación entre la salud mental y el trabajo ha sido objeto de estudio en numerosas investigaciones. En un estudio realizado por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), se encontró que los trabajadores con niveles elevados de estrés y depresión tenían un mayor riesgo de sufrir accidentes laborales. Además, otros estudios han demostrado que el estrés laboral crónico puede aumentar el riesgo de enfermedades mentales como la ansiedad y la depresión. Es importante que las empresas se comprometan a crear un ambiente laboral saludable para sus empleados, ya que esto puede tener un impacto positivo en la salud mental de los mismos y, a su vez, en su rendimiento laboral. Algunas estrategias que las empresas pueden implementar incluyen: Capacitación constante sobre liderazgo: ya que es un punto que afecta directamente las relaciones entre los y las colaboradoras, el clima laboral, la productividad y la salud mental de los miembros del equipo. Es un problema que se reporta en la mayoría de centros laborales, porque no hay claridad en las actividades en función del rol de cada miembro, en ocasiones el jefe no es líder, puede existir un déficit en sus habilidades, aptitudes y conocimientos para desarrollarse en el puesto, sin embargo en ocasiones el jefe es impuesto por un superior sin pasar por el proceso adecuado de evaluación para reclutamiento y evidentemente, tampoco de capacitación. Fomentar una cultura de apoyo y comunicación abierta: Las empresas pueden ofrecer espacios seguros donde los empleados puedan compartir sus preocupaciones y sentimientos sin miedo a ser juzgados. Esto puede mejorar la salud mental de los empleados y crear un ambiente laboral más colaborativo. Promover un equilibrio entre el trabajo y la vida personal: Las empresas pueden fomentar un ambiente laboral más saludable al permitir horarios flexibles, días de descanso, y la posibilidad de trabajar desde casa. Esto puede ayudar a reducir el estrés y la fatiga mental. Proporcionar recursos de apoyo: Las empresas pueden ofrecer acceso a programas de apoyo emocional, como sesiones de terapia, para ayudar a los empleados a lidiar con el estrés y otros problemas de salud mental. En resumen, la salud mental en el área laboral es un tema que debe ser abordado por las empresas para garantizar el bienestar de sus empleados y mejorar su rendimiento laboral. Implementar estrategias para promover un ambiente laboral saludable, fomentar una cultura de apoyo y proporcionar recursos de apoyo emocional puede marcar una gran diferencia en la salud mental de los empleados. ¿Qué otros problemas encuentras y qué crees que podría solucionarlo? Escríbelo en los comentarios. Referencias: Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (2016). «Efectos de la salud mental en la seguridad y salud laboral». Recuperado de https://www.insht.es/Portada/EfectosSaludMentalSeguridadSaludLaboral Organización Mundial de la Salud (2010). «Salud mental en el lugar de trabajo». Recuperado de https://www.who.int/mental_health/in_the_workplace/es/ Suscríbete al blog * indicates required Email *

El 13 de enero se conmemoró el Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión, en este sentido, me gustaría hablar sobre este trastorno, el cual ha ido creciendo de forma exponencial en los últimos años, principalmente durante la pandemia de COVID-19. Se estima que para el año 2030 será la principal causa de discapacidad laboral a nivel mundial, cabe mencionar que en este momento es la segunda causa. Dejando de lado las estadísticas, las cuales puedes revisar en diferentes sitios, pasemos al punto central, ¿Qué es la depresión? ¿Cómo saber si tengo depresión? Comencemos con la primer cuestión, citando a la OMS, la depresión se define como: “Trastorno de la salud mental, caracterizado por una tristeza persistente y falta de interés o placer en actividades que previamente eran gratificantes y placenteras. Se acompaña de alteraciones en el sueño y apetito, cansancio y falta de concentración”. Cuando leemos esto, muchas personas nos podemos sentir identificadas, porque todos hemos sentido tristeza, quizá en este momento la sientas, también algunas veces no tenemos ganas, interés o motivación por hacer nuestras actividades, a veces nos sentimos hasta el hartazgo, por ejemplo, ¿Cuántos de ustedes han dicho: “ay no quiero levantarme ni trabajar, quiero dormir”? y muy probablemente todos y todas hemos tenido dificultades para dormir, para concentrarnos o hemos sentido fatiga. Sin embargo, el sentirse triste, cansado o sin motivación, no significa que ya tenemos depresión. Primero, la depresión es un conjunto de varios de estos síntomas, en un lapso determinado y estos afectan tus actividades cotidianas, aquí ya sería un foco rojo, el tener ese sentimiento de vacío o tristeza de forma constante y por más de dos semanas, esa incapacidad para disfrutar las actividades que antes te generaban placer, se le llama “anhedonia” y esto lleva a perder el interés y la motivación por dichas actividades, así como la pérdida o aumento de apetito y con esto cambios en el peso corporal, dormir mucho o no poder dormir, cansancio, pérdida del interés por la actividad sexual, dificultad para concentrarse e ideación suicida, conforman la depresión. Según el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5th ed.; DSM-5; American Psychiatric Association, 2013). Así que, si has notado esto en tu persona, es importante que tengas una evaluación por parte de un especialista, ya sea un psicólogo clínico o un psiquiatra, para que tengas un tratamiento adecuado para ti. Lo ideal es el tratamiento integral, es decir la terapia psicológica y el tratamiento del médico psiquiatra, además, en también podrían requerir la evaluación de otros especialistas como endocrinólogo, por ejemplo, ya que algunos trastornos hormonales como el hipotiroidismo pueden provocar síntomas depresivos.  Pero no te adelantes, es necesario primero una evaluación, como mencioné antes. Y en este punto, quizá te preguntes, ¿Por qué o qué causa la depresión? Y para esto déjame decirte que existen diversos factores, es decir, esto es multicausal. Existen factores biológicos, como lo que comentaba, algún trastorno hormonal, déficit en la producción del ciertos neurotransmisores, entre otros. También existen factores sociales, como el contexto en el que se desarrolla la persona y factores psicológicos, como la personalidad, autoestima, la historia de vida de cada quien, su filosofía de vida, sus habilidades para adaptarse y afrontar las dificultades de la vida, por mencionar algunas. En este sentido, enfatizo de nuevo en la importancia de una evaluación e intervención integral. Ahora surge otra cuestión, quizá yo no siento esto, pero sospecho que alguien cercano a mi si, ¿Cómo puedo identificarlo y ayudarlo? Bueno, existen ciertos factores que son observables y que están relacionados con la depresión, el primero es que no todas las personas expresan la tristeza de la misma manera, es más, algunas personas ni siquiera la expresan, así que habrá quien esto no se logre percibir. También hay personas, principalmente los hombres en países como el mío, México, en el que el tema de las “masculinidades” lleva a los hombres a limitarse o suprimir emociones como la tristeza o el afecto y tienden a comportarse de forma agresiva o estar irritables. Lo que se podría observar son cambios en su conducta, tales como el aislamiento, el alejarse de sus actividades, de sus seres queridos, recuerdas que hablábamos de la anhedonia, bueno pues esta puede ser una causa de dicho aislamiento. Ese amigo, prima, hermana, compañero que ya no convive, que se ha alejado, podría ser un foco rojo. Por otra parte, se podrían observar cambios en su imagen corporal, se le puede ver como una persona desaliñada, cansada, que ha bajado o subido de peso de forma repentina, quizá también puedas observar como si esa persona se moviera más lento, con desánimo y en algunos casos, puede expresar abiertamente estos sentimientos de tristeza, de vació, llorar constantemente o incluso externar ideas de muerte. Así que, si notas esto en ti o en alguna persona cercana, lo ideal es que busquen ayuda profesional, ya que esto tiene solución y puedes volver a retomar tus actividades, a ser feliz, vivir en paz, a disfrutar la vida. Son bastantes personas las que están pasando por esto, no eres la única, no estás solo o sola. Como profesional de la salud mental, estoy junto con mis colegas, comprometidos a trabajar para prevenir e intervenir y juntos vencer la depresión. Quizá hayan surgido algunas otras preguntas, como qué tipo de terapia requieres, con quién acudir primero, esto se cura, etc. Estas y otras cuestiones las iremos abordando en otros post, en el podcast, en el videoblog y en los lives, así que te invito a seguirnos en redes sociales y te dejo este podcast en el que abordamos este tema. Saludos. Rogelio García Acevedo Psicólogo Suscríbete al blog * indicates required Email *

Imagina que estas en la cárcel y el guardia se queda dormido, tienes mucha hambre porque llevas varios días sin comer, te das cuenta que puedes alcanzar el pan que dejó el guardia y saciar tu hambre, pero también puedes alcanzar las llaves y escapar de prisión. Debes actuar rápido y elegir una opción, porque el guardia pronto despertará. ¿Qué eliges? Saciar tu hambre en ese momento o, quedarte con hambre pero escapar y ser libre. Generalmente las personas responden: «Obviamente elijo escapar y ser libre»; pero, ¿realmente elegimos eso en nuestra vida diaria?. Velo de esta manera, elegir el pan es elegir el placer o la ganancia inmediata, porque te quitará el hambre y que rico es eso. Por el contrario, elegir escapar te dejará con hambre en ese momento, que evidentemente podrás saciar después ya que serás libre, sin embargo uno representa elegir el placer inmediato y renunciar a las ganancias a mediano y largo plazo y la otra opción es renunciar a ese placer inmediato, aceptar el malestar en ese momento pero te otorga oportunidad de tener la ganancia a mediano y largo plazo. Te invito a reflexionar, eliges el pan o el placer inmediato cuando pospones tus tareas, o cuando prefieres quedarte en la cama en vez de levantarte y hacer ejercicio o cuando decides no afrontar tus miedos, por ejemplo, quien tiene miedo de ser rechazado por la persona que le gusta y decide no acercarse ni intentarlo, así se «ahorra» el malestar, pero se pierde una oportunidad o, como cuando te llenas de enojo y decides «desquitar» y bajar esa emoción atacando a la otra persona, insultando o incluso golpeando y, si, te ayuda a bajarte el enojo, a quitarte ese malestar inmediato, pero después te arrepientes por lo que dijiste o hiciste. ¿Ves cómo constantemente elegimos el placer inmediato y nos perdemos las ganancias a mediano y largo plazo? Eso se llama «evitación experiencial» evitamos a toda costa «sentirnos mal» y parte de esto es que así nos han enseñado y nos bombardean constantemente con frases como: «no estés triste, no llores, sonríe, ve el lado positivo, no tengas miedo, tienes que ser feliz…» Y ahí estamos, atrapados en un bucle de búsqueda constante de placer, huyendo de emociones tan útiles pero displacenteras como el enojo, la tristeza o el miedo. Y por otro lado, nuestro cerebro siempre buscará lo inmediato, lo placentero, lo fácil, porque esta siempre en modo «ahorro de recursos» entonces nos resulta más atractivo ganar ahora aunque pierda después, que sacrificar al inicio y ganar después. Y aquí podríamos hablar de los conceptos de Hedonismo y Epicureísmo, pero eso lo desarrollamos en un siguiente post. Por ahora te dejo esto para que reflexiones y me comentes, ¿Tu búsqueda de placer inmediato te está impidiendo alcanzar tus metas y ser feliz? Rogelio García Acevedo Psicólogo Suscríbete al blog * indicates required Email *

«Todos tenemos ansiedad, la diferencia es que puede ser adaptativa o desadaptativa» Todos en algún momento de nuestra vida hemos sentido miedo, pero qué pasa cuando ese miedo paraliza, cuando no te deja respirar, cuando sientes que estás a punto de morir o de perder la cordura y muchas veces no sabes a qué le tienes miedo. Bueno, en estos casos muy probablemente tengas síntomas de ansiedad, porque la ansiedad no es mover las piernas rápidamente, la ansiedad es pensar en el peor escenario posible de todo lo que te sucede, es sobrepensar las cosas una y mil veces, es sentir que tendrás un paro cardiaco, es querer salir corriendo para evitar volverse loco, es sentir que se te cierra la garganta y no puedes respirar, es comenzar a sentir que estás soñando, es no poder dormir pensando que algo malo sucederá, es creer que tu pareja te va a engañar, que te vas a enfermar, que te pasará un accidente… y no poder salir de estos pensamientos.  Por otra parte también es importante que sepas que no hay un solo tipo de ansiedad, pero hablando generalmente los síntomas son los siguientes: Miedo o preocupación excesiva. Tensión física y/o emocional Insomnio  Dificultad para concentrarse  Irritabilidad Malestar físico (dolor de cabeza, cólicos, dolor muscular…) Te dejo este podcast en el que trabajamos el tema de ansiedad en pandemia; si te identificas con esto, han pasado más de dos semanas con los síntomas y están afectando tu vida, te recomiendo que tengas una valoración, contáctanos para poder apoyarte. Suscríbete al blog * indicates required Email *