Imagina que estas en la cárcel y el guardia se queda dormido, tienes mucha hambre porque llevas varios días sin comer, te das cuenta que puedes alcanzar el pan que dejó el guardia y saciar tu hambre, pero también puedes alcanzar las llaves y escapar de prisión. Debes actuar rápido y elegir una opción, porque el guardia pronto despertará. ¿Qué eliges? Saciar tu hambre en ese momento o, quedarte con hambre pero escapar y ser libre.
Generalmente las personas responden: «Obviamente elijo escapar y ser libre»; pero, ¿realmente elegimos eso en nuestra vida diaria?. Velo de esta manera, elegir el pan es elegir el placer o la ganancia inmediata, porque te quitará el hambre y que rico es eso. Por el contrario, elegir escapar te dejará con hambre en ese momento, que evidentemente podrás saciar después ya que serás libre, sin embargo uno representa elegir el placer inmediato y renunciar a las ganancias a mediano y largo plazo y la otra opción es renunciar a ese placer inmediato, aceptar el malestar en ese momento pero te otorga oportunidad de tener la ganancia a mediano y largo plazo.
Te invito a reflexionar, eliges el pan o el placer inmediato cuando pospones tus tareas, o cuando prefieres quedarte en la cama en vez de levantarte y hacer ejercicio o cuando decides no afrontar tus miedos, por ejemplo, quien tiene miedo de ser rechazado por la persona que le gusta y decide no acercarse ni intentarlo, así se «ahorra» el malestar, pero se pierde una oportunidad o, como cuando te llenas de enojo y decides «desquitar» y bajar esa emoción atacando a la otra persona, insultando o incluso golpeando y, si, te ayuda a bajarte el enojo, a quitarte ese malestar inmediato, pero después te arrepientes por lo que dijiste o hiciste. ¿Ves cómo constantemente elegimos el placer inmediato y nos perdemos las ganancias a mediano y largo plazo? Eso se llama «evitación experiencial» evitamos a toda costa «sentirnos mal» y parte de esto es que así nos han enseñado y nos bombardean constantemente con frases como: «no estés triste, no llores, sonríe, ve el lado positivo, no tengas miedo, tienes que ser feliz…» Y ahí estamos, atrapados en un bucle de búsqueda constante de placer, huyendo de emociones tan útiles pero displacenteras como el enojo, la tristeza o el miedo. Y por otro lado, nuestro cerebro siempre buscará lo inmediato, lo placentero, lo fácil, porque esta siempre en modo «ahorro de recursos» entonces nos resulta más atractivo ganar ahora aunque pierda después, que sacrificar al inicio y ganar después.
Y aquí podríamos hablar de los conceptos de Hedonismo y Epicureísmo, pero eso lo desarrollamos en un siguiente post. Por ahora te dejo esto para que reflexiones y me comentes, ¿Tu búsqueda de placer inmediato te está impidiendo alcanzar tus metas y ser feliz?
Rogelio García Acevedo
Psicólogo