Cuando perdemos a un ser querido llegamos a sentirnos tristes y sin ánimos de casi nada, pero algunas personas pueden llegar a desarrollar alguno de los distintos trastornos de depresión, pero entonces ¿Cuál es la diferencia entre sentirnos tristes y tener depresión? La tristeza es un sentimiento que tenemos por naturaleza, después de algunas horas o días se recupera el bienestar. Mientras que en los trastornos depresivos además del estado de ánimo vacío, hay desinterés en las actividades diarias, hay cambios físicos y cognitivos que afectan de manera severa la vida de las personas, en el peor de los casos hay intentos de suicidio.
Al principio podemos sentir grandes incógnitas como ¿Por qué él/ella? ¿Por qué me dejó?¿Por qué duele tanto? No lo merezco, entre muchas otras. Es posible que no haya una explicación, es entendible que ante la muerte repentina de una persona estemos sorprendidos, en shock, sentimos angustia y que en un principio nos neguemos a aceptarlo, pero es necesario entender que es un proceso natural.
Si sientes que quedaron asuntos pendientes con esa (s) persona (s), perdonate y trata de no mortificarte con la culpa, mejor recuerda todo lo agradable que sí lograron hacer. Recuerda que cada persona enfrenta su dolor de diferente manera, si tú lloras ante situaciones así, está bien. Pero, hay personas que aunque no lloren no quiere decir que no les duela o que sean más fuertes y tú más débil.
Durante las celebraciones de día de muertos es normal que recordar a esa(s) persona(s) nos haga sentir nostalgia y/o tristeza, es totalmente comprensible y válido por todo ese cariño que sentimos.
Si sospechas que tienes depresión acude con uno de nuestros especialistas, para realizar una evaluación y diseñar el plan de intervención.